¿Dónde quedó?
Mataron su alma
La noche,
compañera del sosiego,
el sosiego,
amigo estrecho
que invitó a los sueños.
Había paz en su almohada
en la tibia cobija que abrigaba
los vivos anhelos,
era limpia, blanca su alma.
Como un gemido suave
el Sol entró por la ventana,
se levantó,
sonrió al silencio
a la vida y la calma.
Sentada al pie de la cama,
colocó los pies
sobre una nube,
el piso que la llevaría
al cuarto de cuatro paredes,
el lavado en su casa.
Se miró al espejo
sonriente a sus alas,
decidió refrescarse
y mojarse la cara,
el horror la atrapó,
¡De sus manos chorreaban
chorros de sangre!
Colgado en su hombro
un misil y sus proyectiles.
Se convirtió en asesina
sin odiar a otra alma,
un dictador arrogante
tomó sus impuestos
para comprar muchas armas,
matando con ellas
a miles de inocentes,
las otras almas.
El sueño acabó,
la sonrisa es pasado
le robaron, las alas,
la sangre chorrea, se coagula
en sus manos
se convirtió en asesina
mataron su alma.
Cecilia Chávez ©
Laberinto del ego
Digitalizada presencia
confundidos en yo,
se confunden conceptos,
se confunde el amor.
Digitalizada el alma
digitalizada la sensación,
trastocados valores,
trastocada modestia,
soberbia, cantó al yo.
Tormentas de un tiempo,
dicen: En evolución.
Sáhara de almas,
intensa su confusión
en laberinto de dunas
se pierde el humano,
pierde el corazón.
Ego es el amigo
de vanidad en ebullición,
avatares humanos
en busca de aprobación,
reina el laberinto
donde el ego es Dios.
Cecilia Chávez ©️
Latinas
Estigmatizada raza
etiquetada sin motivo ni razón,
latinas, sí latinas,
españolas, italianas,
del sur y centro americanas
tachadas por algunos
porque tenemos corazón.
Sentenciado temperamento
el que pálidos tienen
pero esconden por temor
y se creen superior.
Latinas condenadas
por el furor de la sangre
y por conocer
lo que es lo profundo
de la palabra amor.
Latinas morenas, rubias,
no se someten
al dedo índice
del que las humilla y menosprecia,
como si fuéramos la fácil escoria
regalando el cuerpo a un mejor postor.
Latinas, sí reímos
desde el vientre
sin esperar la función
el juego de hipócritas
sin sentidos
que conmuevan
almas sin corazón.
Latinas el sabor de su color
donde Dios no escatimó
en pintura para pieles
en el negro azabache
la mixturas de colores
con frescura no reprimen el amor.
Latinas
no aceptamos menosprecio
somos latinas,
nuestros genes son bravíos
también blando el corazón
somos latinas
sin vergüenza
de nuestra raza
de haber nacido
bajo otros rayos
de este inmenso sol.
Cecilia Chávez ©
¿Dónde quedó?
El sentido crítico
de la población,
nuevos Mesías
hablan de amor
de conceptos en
valores invertidos
creando confusión.
Libertad prostituida
su nuevo concepto
inexistentes compromisos.
¿De rodillas os suplico
díganme por favor,
dónde quedó,
el verdadero sentido del amor?
Los valores son arcaicos
de conservadores
defendiendo el honor,
no se ama a Dios y al diablo
se idolatra lo excelso
de lo libre y libertino
hoy concepto del amor.
Un Gurú en nueva prédica
de quien juega a ser Dios.
¿Dónde quedó?
El discernimiento.
Se hablan de energías
de lo eterno y extenso
de lo abierto del cariño
ama a tu amante
mientras él ama a otras
original es el concepto
del verdadero amor.
Prostituida libertad
prostituida convicción
prostituidos los conceptos,
en la esquina de una acera
a la espera libertina
por un mejor postor.
Cecilia Chávez ©
Vómito Versos
No conozco mejor forma
de explicarme,
sino es escribiendo,
vomitando en versos
los sentimientos.
Desahogando el alma
ante la angustia
de un mundo que agoniza
a paso rápido,
nunca más lenta la reflexión,
lo crítico y lo correcto,
despertando a la razón.
Clamar al mundo
la sed del niño,
África en hambre
la explotación,
insuficientes ayudas
son mucho cuento
venta al ingenuo la población.
Latinoamérica, junto a la India
donde los niños
injustamente trabajan
cruel el doblón,
para el sustento que el sistema
se los negó.
Es tanta sangre, tal el dolor
el olor a muerto,
las putas guerras
Inevitables y necesarias
al mejor postor,
el mejor negocio
la miseria
de algunos ricos
sin sentimientos, sin corazón.
Poder ególatra
del Dios humano
provocando inundación
en el desierto,
destruyendo el mundo
maravilloso reino el del Señor.
Sólo escribo
y le vómito al mundo
lo que llevo dentro
y me desgarra el corazón.
Cecilia Chávez ©
Taquile
Tiempos,
historia,
no es locura
es mi latir,
Pachamama es mi sangre,
Wiracocha en el cielo
de mi existir,
quizás para unos
la historia quedó
solo ahí,
Taquile responde
las tradiciones
siguen vivas aquí.
Cecilia Chávez©
Memoria por la vida
Encendida vanidad
el poder amenaza,
almas marchitas
senderros sin alba...
Abate el miedo,
gélido tiempo
el gas se acaba.
Cometa de precios
en el cielo volando están,
el pueblo la mira
ni la cola puede atrapar.
Batalla de vida
el ego nos quiere aplastar.
Cecilia Chávez ©
Agonizan latidos
Testigos sonoros
africanos tambores
latidos de vida,
un ser que nació.
Latidos testigos
transparente la línea
para su distinción,
latidos de vida,
de muerte en vida,
clama el corazón.
Latido en plegaria
¿Dónde está la empatía?
Tan sonora y perdida
que el poder nos vendió.
¿Dónde están los hermanos?
Que entienden de amor.
Latidos de vida
Latidos de amor
Agonizan latidos
En un mundo de:
¡YO!
Cecilia Chávez ©
Avatar
Tules ciegos
hoy la vida un avatar,
virtuales conceptos
digitalizada humanidad.
¿Dónde están los besos,
abrazos y caricias?
Los que hombres y mujeres
deseosos regalarán.
Virtualizada la vida,
Virtualizada la humanidad,
avatares mentiras,
soñamos, creemos
ilusiones, promesas,
ofrecidas por un avatar.
Digitales mentiras
construyendo unas vidas
que no existen ni existirán.
Busquemos aromas,
alquimia de cuerpos
perfume al amar.
Desvirtualicemos la vida,
desvirtualicemos la humanidad.
Cecilia Chávez ©
Liberación
Gélido el sable
certero implacable,
atraviesa el alma
se desangra la vida
llora el corazón.
Estereotipos formados,
Dioses anclados
papel y doblón,
paupérrimas cadenas,
arrastran, confunden,
encarcelada la población
sometida bailando,
el poder canta hoy,
fichas movidas
por el gran jugador.
La esencia juzgada
víctima apresada
llora, súplica,
piedad nos reclama
de rodillas nos pide
por liberación.
Cecilia Chávez ©